lunes, 30 de agosto de 2010

Asciende a 59 el número de muertos en el país por la temporada invernal

Los damnificados superan los 270 mil en 27 departamentos, según un vocero de la Cruz Roja.

La actual temporada invernal comenzó en marzo pasado y está caracterizada por las fuertes lluvias.
Las precipitaciones, derrumbes y desbordes de ríos asociados al invierno han afectado a más de 260 municipios en 27 de los 32 departamentos del país, explicó a los medios el director de Socorro de la Cruz Roja colombiana, Carlos Iván Márquez.
Los departamentos que más daños han sufrido en lo que va de año son, en este orden, Atlántico, Nariño y Valle del Cauca, y Magdalena, de acuerdo con el informe de la
Cruz Roja.
Según Márquez, en los últimos días ha llovido intensamente sobre todo en la costa norte del país y también en los departamentos de Cundinamarca, Boyacá y Santander.

La mayor preocupación de las autoridades es ahora la situación en la parte media y baja de los ríos Cauca y Magdalena, ya que hay peligro de desbordamientos. 

Meteorología alerta de que este año puede haber gota fría en septiembre


El fenómeno conocido como gota fría podría llegar a la Región partir del 15 de septiembre y hasta final de octubre, advirtió ayer el delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en la Región, Fernando Belda. Se dará la combinación de los tres ingredientes fundamentales para que se produzca este hecho: aire frío en niveles altos (alrededor de los cinco kilómetros de altura) y aire cálido y húmedo en superficie. La gota fría es un fenómeno habitual en otoño, pero no siempre se dan las circunstancias necesarias para que finalmente se produzca.
La gota fría puede llegar a acumular cantidades de agua que pueden alcanzar los 200 litros por metro cuadrado. Belda subrayó que el aire frío en altura se da a partir del 15 de agosto, pero «faltarían los otros dos ingredientes, de forma que la época del año donde es más fácil que se acoplen es en otoño».
El fenómeno de la gota fría será más o menos persistente en función de la temperatura en niveles bajos o de la que exista en niveles altos. «Si el aire de arriba está más frío y el de abajo más cálido, los movimientos verticales de masas que se generarán serán mucho más violentos», explica el director de la Aemet en Murcia.
Pero eso será en otoño. De momento, el verano continúa, y de hecho las temperaturas máximas vuelven a subir hoy después de un fin de semana de alivio tras la intensa ola de calor sufrida la semana pasada. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé para hoy cielos poco nubosos o despejados, aumentando por la tarde a intervalos nubosos con posibilidad de alguna tormenta moderada en el interior. Aunque las temperaturas máximas podrían subir, las mínimas bajarán ligeramente, según las predicciones. Soplarán en la Región vientos de componente este flojos con brisas.
Daños por granizo
Junto al intenso calor, los protagonistas del mes de agosto han sido la lluvia, por las riadas en Águilas y Mazarrón, y el granizo, que el día 13 provocó daños en más de 5.000 hectáreas del Altiplano, pedanías altas de Lorca, Campo de Cartagena y Valle de Guadalentín. Técnicos de la Consejería de Agricultura y Agua visitarán hoy, con las organizaciones agrarias y cooperativas, las zonas más afectadas para precisar los daños en madera que pueden afectar a las cosechas de futuras campañas.
Principalmente, el granizo afectó a los cultivos de melocotonero, ciruelo, peral, almendro, viñedo y cítricos de la Región, según las estimaciones realizadas por los técnicos de la Administración regional. La Consejería de Agricultura y Agua ha distribuido 3.000 kilos de productos para combatir las posibles enfermedades fúngicas en la madera de los cultivos afectados, y evitar que se desarrollen y propaguen entre ellos problemas de hongos.

lunes, 23 de agosto de 2010

Interpretacion imagenes de satelite


INTRODUCCIÓN


LA IMPORTANCIA DE LOS SISTEMAS NUBOSOS EN METEOROLOGÍA ES TRANSCENDENTAL. CONOCER SU EXTENSIÓN, TIPOS DE NUBES, TOPES NUBOSOS, MOVIMIENTOS, SU EXACTA POSICIÓN, TRANSFORMACIONES QUE EXPERIMENTAN CON EL TIEMPO, HACEN QUE SEA UNA EXCELENTE HERRAMIENTA PARA EL ANÁLISIS, LA DIAGNOSIS Y PREDICCIÓN A MUY CORTO PLAZO.

En esta guía se describen los elementos básicos para interpretar las imágenes satelitales disponibles a partir de distintas fuentes. Se comienza revisando la generación de la radiación electromagnética y la forma en que esta interactúa con la atmósfera. A partir de allí se describen brevemente los instrumentos con los cuales se realizan las mediciones radiométricas básicas en los satélites meteorológicos que se encuentran actualmente en operación. A continuación se presenta una introducción a la interpretación de las imágenes satelitales. Los ejemplos utilizados en esta guía contienen imágenes provenientes del satélite geoestacionario ambiental de los Estados Unidos, denominado GOES � 8, y de los satélites en órbita polar NOAA-AVHRR. No obstante, la mayoría de las interpretaciones de las imágenes y las discusiones están basadas solamente en las que muestran las condiciones del tiempo y de la superficie del suelo sobre Sud América. Esta guía está especialmente orientada a estudiantes y pronosticadores interesados en la interpretación y aplicaciones de las imágenes satelitales sobre Sud América disponibles por medio de estaciones receptoras pequeñas y/o Internet.




Radiación electromagnética:

Radiación Electromagnética (REM), en ella se basan todos los sistemas de percepción remota.
Radiación es la energía emitida en forma de ondas por todas las sustancias que no están al cero absoluto.

Percepción remota o teledetección o sensoramiento remoto: describe las mediciones de propiedades físicas de un objeto obtenidas a distancia.

El espectro electromagnético es un espectro continuo de todos los tipos de radiación electromagnética. En el espectro, la REM es ordenada generalmente de acuerdo a su longitud de onda (l ) o frecuencia (n). La Figura 2.1 muestra el espectro electromagnético dividido en regiones. La Figura 2.2 muestra el detalle del espectro visible. Los objetos emiten energía en rangos específicos de longitudes de onda, que son normalmente conocidos como espectro del objeto.

lunes, 16 de agosto de 2010

Los climas de la Tierra

Los climas de la Tierra se pueden clasificar de diversas maneras, en este apartado se utilizan criterios sencillos y de fácil comprensión.

Hay tres tipos de climas en relación a la latitud y que están relacionados con la circulación general atmosférica:

-Climas fríos (entre los 90º y 60º de latitud)

-Climas templados (entre los 60º y 30º de latitud)

-Climas cálidos (entre los 30º y 0º de latitud)

Estas franjas climáticas son muy extensas e incluyen zonas con climas bastante diferentes y, por tanto, se establecen otras clases climáticas dentro de cada zona:

Climas fríos.- Predominio del frío. Ocupan zonas de latitudes altas.

Clima polar: se caracteriza por las bajas temperaturas durante todo el año, que pueden alcanzar valores extremos en las largas noches polares. Precipitaciones escasas.

Clima de tundra o estepa: parecido al polar pero con precipitaciones abundantes. Ocupa las costas del océano ártico.

Clima subártico: inviernos largos y de fríos rigurosos, veranos cortos y frescos y precipitaciones variables según las zonas. Las oscilaciones térmicas son muy grandes en las zonas interiores de los continentes. Se encuentra en las zonas más al sur.

Climas templados.- Predominio de las temperaturas moderadas, estaciones del año clásicas, (primavera, verano, otoño, invierno) y ocupan zonas de latitudes medias.

Clima atlántico: temperaturas moderadas con pocas oscilaciones. Precipitaciones regulares y abundantes. Se encuentra en las zonas de influencia oceánica.

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Clima mediterráneo: inviernos suaves. Veranos cálidos y secos. LLuvias muy irregulares, más abundantes en el otoño y la primavera.

Clima continental: grandes oscilaciones térmicas tanto diarias como anuales. Precipitaciones abundantes durante el verano. Se encuentra en las zonas más interiores de los continentes.

Clima subtropical húmedo: inviernos moderadamente frescos. Veranos calurosos con lluvias intensas y abundantes.

Clima desértico: más caluroso cuanto más al sur y siempre con oscilaciones térmicas importantes. Precipitaciones escasas todo el año. Engloba las zonas más al sur dentro de esta franja climática.

Climas cálidos.- Predominio de las temperaturas elevadas. Se encuentran en las zonas de latitudes bajas.

Clima tropical desértico: parecido al anterior pero con temperaturas medias anuales más altas. Genaralmente se dá en las zonas más al norte de esta franja.

Clima tropical marítimo: las temperaturas son altas con pocas oscilaciones y las lluvias estacionales bastante abundantes.

Clima tropical estacional: hay dos estaciones claramente marcadas, una seca y calurosa, y la otra menos calurosa y con lluvias torrenciales.

Clima ecuatorial: temperaturas altas y muy constantes. Lluvias abundantes, a menudo estacionales, pero que se extienden durante buena parte del año.

La lluvia - ¿Por qué llueve?


En las nubes hay pequeñas gotas de agua que normalmente miden entre 8 y 15 mm de diámetro, dependiendo del tipo de nube. Cuando estas gotas crecen y superan los 0,1 mm caen en forma de precipitación. Así pues, la lluvia es la caida o precipitación de gotas de agua que provienen de la condensación del vapor de agua en la atmósfera. Las gotas de lluvia caen en virtud de su peso, y lo hacen a una velocidad que varía entre 4 y 8 m/seg., según sea el tamaño de las mismas y la influencia del viento. Su tamaño oscila entre 0.7 y 5 mm. de diámetro.

La niebla


La niebla es otro de los fenómenos producidos por la condensación del vapor de agua atmosférico. En realidad, es una nube tan baja que toca el suelo. Tanto la niebla como la nube consisten, en esencia, en un conjunto de gotitas dispersas en el aire. Las diferencias existentes entre ambas formaciones son la altitud a la que cada una se origina, y que las nubes contienen cristalitos de hielo.

La niebla, pues, está constituida por gotitas de agua tan microscópicas que flotan en el aire, reduciendo la visivilidad cuanto más juntas están, es decir, cuanto más espesa es la misma. La niebla se forma al enfriarse el aire que está en contacto con la tierra o el mar. Al igual que las nubes, el exceso de vapor se condensa en gotitas de agua gracias a los núcleos de condensación.

Existen dos maneras de que se enfríen esas masas de aire, lo cual origina dos tipos distintos de nieblas: la niebla por convección y la niebla por radiación.

En la niebla por convección, la masa de aire se traslada de una superficie caliente hacia otra más fría, con lo que su temperatura disminuye. Las nieblas marinas se forman, generalmente, por este procedimiento, y aparecen cuando una masa de aire caliente y húmeda se encuentra o cruza una corriente fría. El aire sufre, entonces, un brusco enfriamiento, alcanzando el punto de rocío, y el vapor de agua que contiene se condensa sobre los núcleos de condensación, partículas de sal en este caso. La niebla tropical, que es el tipo más corriente en alta mar, se origina por un enfriamiento progresivo del aire húmedo procedente de los trópicos, a medida que avanza hacia latitudes menos calurosas.

Por su parte, la niebla por radiación se forma sobre tierra firme, al enfriarse ésta por la noche, principalmente en las noches claras y serenas, al no haber nubes que actúen como capa aislante. Al perder la tierra parte de su calor por radiación, se enfría muy rápidamente, haciendo lo mismo las capas inferiores de aire que están en contacto con su superficie. De esta manera, si no sopla viento, la masa de aire enfriada queda "encerrada" o "atrapada", pues el aire más cálido que se encuentra encima impide su ascensión. Si la masa de aire atrapada contiene vapor de agua suficiente, se origina la niebla.

Con la formación de la niebla se produce el fenómeno llamado inversión de la temperatura La temperatura de la atmósfera, en sus capas inferiores, disminuye con la altitud, pero cuando se enfría la superficie terrestre se produce una perturbación en la distribución de temperaturas. En este caso, la temperatura aumenta con la altura hasta un determinado punto, en que comienza a descender y sigue la escala normal. A cierta altura, pues, tiene lugar la inversión de la temperatura. Las nieblas siempre se forman por debajo del nivel de la inversión de la temperatura.

Un factor primordial para que se forme la niebla por radiación consiste en que el aire ha de estar estancado, prácticamente en calma, pues un poco de brisa o viento es suficiente para disipar el aire encerrado bajo la capa de inversión, haciendo que se mezcle con el más caliente de las zonas superiores.

En cuanto a la llamada niebla de montaña, casi siempre es una nube baja en contacto con montañas altas. En otros casos, este tipo de niebla se forma en las laderas de los montes que dan al mar, al enfriarse el aire más caliente procedente del mismo.

Las nubes

Una nube es un conjunto de finas partículas de agua en estado líquido o en estado sólido (cristales de hielo) que forman masas de espesor, color y formas variables.

Las gotas de agua que forman las nubes son esféricas y muy pequeñas (entre 0,004 y 0,1mm). Estas gotas se encuentran suspendidas en el aire y sometidas a corrientes ascendentes y otras fuerzas, de tal forma que se encuentran en constante movimiento dentro de la nube, chocando unas con otras y agrupándose entre ellas. Según las condiciones atmosféricas existentes, se puede producir un aumento de su espesor hasta el punto de que su peso supere las fuerzas ascendentes y caigan hacia la tierra en forma de lluvia o precipitación.

Mecanismos de formación.- El principal método para lograr el proceso de condensación consiste en enfriar una masa húmeda de aire para conseguir su punto de rocío. Y este proceso es el que da lugar a la formación de nubes, pues el aire caliente que se encuentra en las capas bajas se enfría al ascender a cotas superiores. Al alcanzar la temperatura de punto de rocío ya no puede retener toda su humedad en forma de vapor, que se condensa rápidamente.

Las causas que provocan este enfriamiento son diversas.Veamos:

Una corriente de aire puede ser forzada a ascender cuando encuentra una pronunciada elevación de terreno en su camino, ya sea una montaña o una cordillera. El flujo de aire es perturbado de tal manera que sube a la altura suficiente para sortear el obstáculo. Al elevarse se enfría y condensa, dando lugar al nacimiento de nubes, principalmente cúmulos y altocúmulos, que adoptan muchas veces la forma lenticular, es decir, como una lente gigantesca.


Además del efecto obstáculo que representa la montaña para la corriente de aire que ha de sortearla, también es una fuente de calor que contribuye a la ascensión del aire, pues la superficie bañada por el sol está más caliente que las capas atmosféricas que se hallan en la misma altitud, pero en el llano o la pradera. Una vez se ha iniciado el movimiento de subida, el flujo de aire que tropieza con la montaña se calienta y acelera su movimiento ascensional, dando lugar a la formación de grandes nubes, algunas veces de cumulonimbus o nubes de tormenta. Las nubes originadas de esta manera se designan como nubes orográficas.

Una corriente de aire también puede elevarse cuando dos masas de diferentes tipos de aire se encuentran, o sea, cuando una masa de aire caliente tropieza con una "montaña" de aire frío, formando lo que se denomina un frente, que es el límite que separa una región de aire caliente de una de aire frío.

Si esas dos masas se mueven a distintas velocidades, la más cálida se desliza sobre el frente, ascendiendo a niveles superiores. Por este procedimiento, algunas veces llegan a alcanzar cotas de miles de metros. A medida que el aire va elevándose hacia la cima del frente, se van formando distintos tipos de nubes, siendo más espesas cuanto más cerca están del suelo y dan lugar a lluvia o nieve en la parte más baja. Este sistema puede designarse como frontal o ciclónico.

Además el aire también puede elevarse por sí mismo al calentarse, dando lugar a las corrientes de convección. Este proceso es muy corriente en los días calurosos de verano, pues el aire cercano al suelo se calienta rápidamente a causa del calor desprendido por la tierra y el irradiado por el Sol, por lo que se vuelve más liviano que el que le rodea y asciende. Esto da lugar especialmente a cúmulos, pero cuando las corrientes de convección son fuertes o penetrantes, se forman los cumulonimbos o nubes de tormenta, tan característicos del verano.